Natural de Ávila, pero picheleiro de adopción, Álvaro ha sido parte esencial de una de las etapas más brillantes del Monbus Obradoiro. Durante cinco temporadas consecutivas defendió con orgullo la camiseta en la Liga Endesa y, en su última etapa, tomó el timón como capitán, luchando hasta el final por devolver al equipo a lo más alto del baloncesto nacional. El sueño, esta vez, no se pudo cumplir. Pero su entrega, su liderazgo y su ejemplo quedarán para siempre en nuestra memoria.

En esta última temporada firmó una media de 6,5 puntos, 2,6 rebotes y 0,9 asistencias por partido. Cifras que le valieron para ser elegido por nuestra afición como el Mejor Jugador Estrella Galicia en los meses de diciembre y enero, y también para alzarse con el galardón de MVP de la temporada, entregado el pasado mes de junio.

Si hay una fecha que guardaremos con especial cariño, es la del 1 de diciembre de 2024. Ese día, tras nueve meses de una larga recuperación de una grave lesión de rodilla, volvió a disfrutar de este deporte que tanto nos gusta, pisando de nuevo la cancha de Sar. Aquella ovación fue la prueba del cariño que le tiene Santiago de Compostela y, en especial, este equipo que ha sido su hogar durante tantos años.

Gracias, Álvaro. Gracias por tu compromiso, por tu entrega incansable, por cada gesto dentro y fuera de la pista. Gracias por liderar con el corazón y, sobre todo, por dejar huella.

Te deseamos toda la suerte del mundo en tus próximos proyectos y esperamos seguir viéndote disfrutar del baloncesto por las canchas.

En el Fontes do Sar siempre tendrás tu casa, capitán.